Lukashenko encendió una vela navideña en la Iglesia de Todos los Santos
Monday, 07.01.2019 - 11:06
El Presidente belaruso, Aleksandr Lukashenko, encendió una vela navideña delante del icono del Santo Príncipe Alejandro Nevski en la Iglesia de Todos los Santos, anuncia BelTA.
Cerca de la iglesia al Jefe de Estado le esperaron el Exarca Patriarcal de toda la Belarús, Metropolitano de Minsk y Zaslavl, Pável, el arcipreste Fiódor Povny, el apoderado de asuntos religiosos y nacionalidades, Leonid Guliako, y el alcalde de la capital, Anatoli Sivak.
Aleksandr Lukashenko al llegar a la iglesia depositó las flores al monumento a Alejo II y miró las campanas que serán instaladas en el campanario de la iglesia. El Jefe de Estado se puso al tanto del interior y la pintura mural de la iglesia y encendió la vela navideña delante del icono del Santo Príncipe Alejandro Nevski.
Durante la misa el Jefe de Estado señaló que la fiesta de Navidad para el pueblo belaruso es más que una tradición cristiana. La fiesta une a la gente independientemente de su grado de espiritualidad y fuerza de fe, afecta en los corazones los sentimientos profundos: el deseo de amar, perdonar, vivir en paz y armonía.
“La misma atmósfera de la fiesta orienta a las cosas buenas. Precisamente en los días festivos se organizan muchos eventos benéficos. Estoy agradecido a los que se preocupan de la población que resultó en la situación difícil. Eso debe ser nuestra necesidad humana. Hoy ayudas a la gente que lo necesita, mañana esa gente ayudará a ti”, agregó.
Aleksandr Lukashenko subrayó que la Navidad es una de las fiestas cristianas más profundas según su sentido. Simboliza el nacimiento de una persona a la cual se prescribe realizar una hazaña, sacrificarse para salvar a la gente.
“En varios tiempos la tierra belarusa perdía millones de hijos e hijas que sin escatimar sus vidas defendían su Patria. Muchos destinos fueron borrados por el tiempo. Pero inmortalizamos los nombres de héroes del siglo pasado y de nuestros días al construir este templo. Es coetáneo de nuestro Estado joven e independiente. Todo en este proyecto, desde la idea hasta la materialización, sirve al objetivo principal: guardar la memoria histórica, mantener la paz y armonía en la sociedad”, constató el Presidente.
La cripta de la iglesia es un símbolo de la justicia y tolerancia, guarda los nombres de héroes independientemente de su nacionalidad y confesión, guarda la tierra de distintos rincones del mundo donde por la causa justa luchaban los soldados belarusos. “La historia no puede ser cambiada ni olvidada. No existe mejor defensa que la memoria sobre el pasado trágico. Apreciamos la paz porque éramos testigos del dolor y horrores de la guerra como ningún otro pueblo del mundo. Los belarusos lo sintieron. Apreciamos la paz y llamamos a todos los pueblos a la amistad y colaboración. En esta misión nuestro Estado, el pueblo belaruso, nuestra Iglesia siempre eran unidos”, acentuó el Jefe de Estado.
El estadista una vez más felicitó a todos los presentes con motivo de Navidad, deseó a los ciudadanos la salud y el bienestar. “Que en nuestra tierra nazcan los niños, que tengan infancia feliz y vida larga e interesante, todo eso depende solo de nosotros. Que nuestra Belarús hermosa y fuerte sea próspera gracias a nuestra mente y manos. Tenemos que hacer todo lo necesario para eso. Precisamente eso quisiera subrayar en esta fiesta de Navidad, precisamente a eso llamo ese día”, resumió.
El líder belaruso regaló a la Iglesia de Todos los Santos el icono de la Natividad que fue hecho en el taller del Monasterio de Santa Isabel en Minsk con arreglo a la tecnología original de relleno de piedras ralladas (perlas, calcita, mármol, jaspe, azurita, lazurita, y otras) y su colocación con el aglutinante especial.
En el icono está representada una cueva de la ciudad de Belén. En el centro está la Virgen, en sus manos está Niño Jesús. Sobre él está José de Nazaret y el Ángel que bendice al nacido Jesucristo.
